MENSAJE DOMINICAL 19 DE OCTUBRE 2025

MENSAJE DOMINICAL

VIGESIMONOVENO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Lc. 18, 1-8

“Es preciso orar siempre sin desfallecer” (v.1) orar es ejercitarse en el discernimiento de la voluntad de Dios; es ponerse delante de Dios y permitirle a El que entre en su vida y usted entrar en el mar inmenso del amor de Dios; es vaciarse de pecado y llenarse de gracia de Dios. No hay que desfallecer; esto es, perseverar en el discernimiento; sacar el tiempo para para escuchar a Dios y estar dispuesto, como el alfarero, permitirle a Dios que haga una obra perfecta; no perder la esperanza en Dios.

“Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo al juez, le dijo: “hazme justicia contra mi adversario”. Durante mucho tiempo no quiso. (v.3-4) El juez ni teme a Dios ni respeta a la gente; el juez es indiferente y manipulador; es un juez injusto. La viuda pide justicia al juez y no la encuentra; pero insiste, persevera y, todos los días, reclama sus derechos; sólo pide que le haga justicia con el adversario. Todo los días le gritaba:

Dice el Señor: “¿No hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar?” (v. 7) Dios es un juez justo; siempre practica la justicia; aunque uno piense que no lo escucha o que es indiferente; Dios escucha y sale a nuestro encuentro; sabe de las injusticias, de la hipocresía, de la manipulación, de la corrupción; sabe de las injusticias cometidas a las viudas, a los pobres, al necesitado, al más débil. No dudemos de la justicia divina, la justicia de Dios; no podemos desfallecer; hay que orar, todo va a cambiar, todo será diferente y, ese juez injusto, tendrá que escuchar la voz de la viuda. “Os digo que les hará justicia pronto.” (v. 8) Dios pide perseverar en la fe; se acerca nuestra liberación y nuestra justicia.

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